Galicia lleva más de 3700 años produciendo carne de vacuno, siendo la ternera gallega sinónimo de tradición, historia y calidad.
Estas cualidades han hecho que la carne de vacuno gallega cuente con la certificación IGP (Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega). En 1996, la Unión Europea reconoció esta certificación convirtiendo a la carne de vacuno gallega en la primera con certificado de garantía.
La carne de vacuno gallega es una carne que guarda un equilibrio entre su contenido graso y muscular, muy tierna, de gran suculencia y textura suave. El músculo es de grano fino y de consistencia firme, y el color se gradúa desde el rosa claro hasta el rojo suave. Esta carne destaca por su intenso y agradable sabor, combinado con una irresistible jugosidad y suculencia.
El secreto de esta carne está en la alimentación del ganado. El ganado gallego recibe una alimentación tradicional de máxima calidad aprovechando los pastos de Galicia y siguiendo las normas que se han ido marcando a lo largo de la historia de la producción cárnica gallega. La alimentación del ganado es a base de leche materna, forrajes y concentrados de origen vegetal. A diferencia de otros lugares, en Galicia está prohibido el uso de productos artificiales que interfieren en el crecimiento del animal, asegurando así un producto de la máxima calidad y 100% natural.
En Restaurante Saraiba, estamos orgullosos del vacuno gallego, y de traéroslo hasta Madrid. Es por ello que es una de las estrellas de nuestra carta, con platos gallegos como el solomillo de buey gallego a la parrilla de carbón.
Si leyendo este artículo te han entrado ganas de probar la auténtica carne de vacuno gallega, no dudes en visitarnos.